En nuestra sociedad, el liderazgo suele asociarse con fortaleza, productividad constante y toma de decisiones bajo presión. Sin embargo, en los últimos años se ha hecho evidente que esta visión tradicional es insostenible. El liderazgo moderno requiere algo más profundo: la capacidad de cuidarse para poder cuidar. El autocuidado es hoy una competencia clave para liderar con eficacia y sostenibilidad.
Liderar no es solo guiar a otros, sino también sostenerse a uno mismo en medio de la incertidumbre, la sobrecarga y las altas expectativas. Muchos líderes dedican la mayor parte de su tiempo a resolver problemas, acompañar equipos y cumplir objetivos, pero olvidan que también son personas, con límites físicos, emocionales y mentales. Ignorar esas necesidades puede tener consecuencias no solo personales, sino también organizacionales.
En Chile, esta situación ya está generando señales de alerta. Un estudio de LHH Recruitment Solutions reveló que el 52 % de los jefes de empresas en el país presentan síntomas de burnout ejecutivo, es decir, un agotamiento crónico asociado al rol de liderazgo. Además, un 60 % de ellos expresa que necesita más apoyo para gestionar sus niveles de estrés y Salud Mental. Estas cifras no solo reflejan un problema de salud personal, sino que también impactan directamente en el rendimiento de los equipos, la calidad de las decisiones y la cultura organizacional.
En este contexto, es fundamental revalorizar el autocuidado como parte del rol del líder. Practicar el autocuidado no es señal de debilidad, sino un acto de responsabilidad con uno mismo y con el equipo. Un líder que se cuida es un modelo positivo para su entorno, y crea un espacio laboral más saludable, humano y eficiente. Además, incorporar el autocuidado dentro de la práctica diaria del liderazgo permite tomar decisiones con mayor claridad, gestionar el conflicto de forma constructiva y sostener la presión sin derrumbarse.
5 consejos de autocuidado para líderes
1. Agenda pausas
No esperes a estar colapsado para descansar. Planifica pequeñas pausas a lo largo del día, aunque sean solo cinco minutos para respirar profundamente, estirarte o caminar. Estas pausas mejoran el enfoque, previenen la fatiga y ayudan a mantener la perspectiva.
2. Establece límites digitales
Desconectar también es parte del trabajo. Define horarios claros para responder correos y atender mensajes, especialmente fuera del horario laboral. Los límites digitales no solo protegen tu tiempo personal, también marcan un ejemplo para tu equipo sobre la importancia de desconectarse.
3. Incorpora prácticas restaurativas en tu rutina
Integra actividades que te recarguen: caminar al aire libre, hacer deporte, meditar o simplemente disfrutar de un hobby. Estas prácticas activan la recuperación y ayudan a reducir los niveles de cortisol (la hormona del estrés).
4. Construye una red de apoyo entre pares
Liderar puede ser solitario. Por eso, buscar redes de confianza con otros líderes o contar con mentoría es esencial. Compartir experiencias, pedir consejo o simplemente conversar con alguien que entiende tus desafíos alivia la carga emocional y favorece la toma de decisiones más equilibrada.
5. Evalúa periódicamente tu nivel de bienestar
Hazte preguntas clave cada cierto tiempo: ¿Cómo está mi energía? ¿Estoy durmiendo bien? ¿Me siento irritable con facilidad? Detectar señales tempranas de desgaste permite tomar decisiones preventivas, como delegar tareas, modificar rutinas o buscar acompañamiento profesional si es necesario.
Liderar con bienestar: una nueva forma de ejercer el poder
En este Día del Autocuidado, es importante recordarnos que el liderazgo no tiene por qué ser sinónimo de sacrificio permanente. Podemos aspirar a liderazgos más humanos, sostenibles y equilibrados. Cuando un líder se cuida, no solo se protege a sí mismo: también protege a su equipo, mejora el clima laboral y contribuye al éxito colectivo. El liderazgo sostenible exige que el líder se priorice a sí mismo. Al cuidar tu cuerpo, emociones y mentalidad proteges tu capacidad de liderar con claridad y empatía, das el ejemplo y empoderas a tu equipo para hacer lo mismo y además, reduces riesgos de errores o decisiones impulsivas generadas por el agotamiento. En el Día del Autocuidado, recuerda: un líder que se cuida es un líder efectivo. Convertir tu bienestar en una prioridad no es egoísmo, es estrategia.